Café italiano en el Vaticano Chico
- Marí
- 29 sept 2016
- 2 Min. de lectura
Entre las pequeñas tranquilas calles del Parque Bustamante hay un barrio de seminarios y obispos – Vaticano Chico, que fue nombrado así por vecindad con el Seminario Mayor de Santiago. El Seminario ya no está, pero en memoria a este quedaron muchas calles con nombres correspondientes. Aquí en Obispo Salas con Arzobispo Vicuña se esconde una cafetería “Gelato e café”, un salón del barrio que llama atención por sus pasteles, helados y la atmósfera casera.
“Científicos han descubierto una novedosa forma de chatear en directo a través de la voz y en 3D, lo llaman… Tomarse un café con alguien”, - llama a los visitantes el poster en la entrada. La cafetería está atendida por su propio dueño Sr. Luciano Inostroza, quién me saluda en la puerta, al principio un poco sospechoso por mi intención de sacar fotos. Nos sentamos y me cuenta de su vida, de la historia del café y de los pasteles. “Así hablo con todos los visitantes”, - dice.
El local tiene 5 años, Sr. Inostroza – casi 83. “¿Porque de repente se le ocurrió instalar un café?”, - pregunto. “Salía siempre a almorzar fuera, a tomar un café, y así me hice amigo de los cafeteros. Me gustó el rubro: es grato, limpio, ¿me entiende? Uno lo puede nivelar hacía arriba. Y eso es lo que estoy haciendo con mi local. Cuando llegué a arrendar aquí, era un gallinero – vendían huevos y productos de campo. Y lo empecé a arreglar, - me explica, mostrando la pared con una foto gigante de plantaciones. - Empecé a aprender del café, quería yo hacerlo para después enseñar a mis trabajadores, a los clientes”.
Yo miro celosamente a la barra con galletas y tortas: pie de limón, torta de frambuesa, galletas de chocolate, con frutas secas, bombones. “Les hace una señora que antes trabajaba en la cafetería de un amigo, tiene las mejores preparaciones, no cambia ni un ingrediente”, - dice orgullosamente el dueño. Los helados también son artesanales, y el de yogur se produce en el mismo local.
El café que sirven es italiano. “Aquí la gente entra y dice: ´Que rico el olor´. No es el olor, es la aroma”, - explica Sr. Inostroza, mostrándome la bolsa de granos. Ahora no me voy a confundir más.
El local está abierto todos los días, incluido los festivos, de 11.00 a 20.00. Los precios van desde $1.500 por un café y de $2.000-2.500 por un trozo de torta. También se venden galletas, helados artesanales y de yogur, sándwiches, jugos naturales, chocolate caliente, café helado.
Comments