top of page

Migrantes en Chile: República Checa

  • Mari
  • 5 ago 2018
  • 4 Min. de lectura

Václav Sobota tiene apenas 29 años, pero ya lleva más de siete en Chile. “Vine por una chica (su expolola) y para aprender español”, explica.

Antes, alcanzó a trabajar en varias partes del mundo y en distintos rubros. “Me movía por Asia - Malasia, China, Singapur, Macao-, trabajaba en el comercio exterior. Luego, estuve un tiempo en Noruega, en postventa en una empresa que fabrica vehículos pesados para la minería”. Así, en uno de los viajes, en el aeropuerto, conoció a una chilena. Unas horas juntos, unos meses de Skype, y decidió venir a Chile. Aquí, le costó apenas seis semanas encontrar trabajo, y desde hace poco, tiene su propio emprendimiento – una compañía de construcción, que está remodelando ahora la embajada de su país.

Al llegar, en pleno invierno, pensó que aquí no había el agua caliente. “No sabía que el calefón se tiene que encender manualmente. Y por la diferencia horaria, me despertaba antes que los demás y me acostaba antes que los demás, así que la primera semana me bañaba con agua fría, hasta que mi polola lo notó”, cuenta, riéndose. “¿Y no se te ocurrió preguntar?”, digo. “No, porqué me parecía que los estaría humillando, haciendo notar que no tienen agua caliente”.

A pesar de la confusión inicial con el servicio tan básico, ahora valora el nivel de Chile en temas tan avanzados como digitalización. “Me gusta que muchos tramites se pueden resolver rápido en línea, por internet”, señala, aunque opina todo lo contrario sobre el sector bancario: “Muy mal servicio: inflexible, incompetente, trabajan hasta las 14.00”, se queja.

- Qué otras cosas te gustan y no te gustan de Chile?

- En Santiago me faltaría áreas verdes. En el verano miras a los cerros y parecen un desierto, para mi es deprimente, ya que crecí rodeado de bosques y ríos. Me costó acostumbrarme que hay mucha gente por todas partes – en República Checa la densidad de la población es mucho menor.

Es justamente la naturaleza lo que más echa de menos, además de la comida. Aquí no hay restaurantes checos para degustar los platos típicos, como svichkova na smetanie, un lomo de res al horno con salsa de verdura y crema, una de las delicias más conocidas del país.

La comunidad checa ha disminuido en los últimos años -algunos se fueron por trabajo, otras por circunstancias familiares-, aunque se junta siempre para el Día de la República, el 28 de octubre, y el San Václav, a fines de septiembre. En diciembre, dice, siempre trata de escapar a su país. “No me gusta una Navidad en verano”.

- ¿Qué cosas buenas y malas destacas de los chilenos?

- De las cosas malas, son poco responsables, pero es algo común en todo Sudamérica. Y la falta de puntualidad, pero a eso ya me acostumbré. Cuando acuerdas que te traen algo el lunes en la tarde y con suerte está el viernes en la noche, son temas difíciles de manejar. De lo bueno, la gente está abierta y siempre dispuesta a ayudar. No considero que los chilenos -aunque muchos migrantes lo creen- son racistas, están abiertos a otras culturas.

Asegura que nunca se ha enfrentado a la discriminación, pero cuando le pregunto por positiva, recuerda un caso: “Cuando por trabajo mandé a unos haitianos a unas instalaciones militares, les dijeron que los extranjeros no pueden entrar, pero cuando llegué yo, fue: ´Hola Don Václav, como está, pase´”.

- Cómo es un típico checo o checa?

- Somos sarcásticos, tenemos sentido de humor, nos gusta reír, aunque muchas veces se dice que no. Somos alegres, somos capaces de quejarnos de cualquier cosa en cualquier momento. Siempre tenemos opinión sobre todo.

- ¿Que batallas da ahora la sociedad checa? Como aquí el feminismo, la educación y la igualdad.

- La sociedad checa es bastante igualitaria, rechazamos clasismo, no existe allá. Ahora un tema muy resonante que polariza la sociedad es la inmigración ilegal de Medio Oriente y África, diría que 80% está en contra.

- En contra de inmigración ilegal o de los refugiados?

- Eso va de la mano, la mayoría de la gente considera que no son refugiados de verdad, que la gran parte simplemente busca una vida fácil a costa de los demás.

En cuanto al feminismo, los checos estamos, diría yo, en una vuelta atrás desde el feminismo hacia los valores más tradicionales y más familiares. Yo creo, veo, percibo que la sociedad se está dividiendo en dos partes, una pro-migración, feminismo, homosexuales, gente liberal socialmente, y otra más conservadora que está volviendo a los valores más tradicionales, no son tan abiertos al mundo. Yo diría que la segunda parte es la mayoría. República Checa tiene la distribución de la población distinta: hay muy pocas ciudades grandes, más de la mitad de la gente vive en ciudades pequeñas, en el campo, donde existe mayor control social ético de tu comportamiento.

- Crees que la sociedad chilena es muy desigual?

- Sí, es cierto; yo coincido en los problemas que se están nombrando, pero hasta el momento no veo un político chileno que está aplicando medidas correctas para resolverlos.

- ¿Cuáles serían?

- En desigualdad, yo partiría en el sector público, que gana mejor por lo general que el sector privado y donde se origina el nepotismo, los contactos, limitando la cantidad de funcionarios. En el privado, el camino en mi opinión es a través de educación y, en consecuencia, la productividad, porque aquí es muy baja. Por un obrero europeo se necesitan tres obreros chilenos para la misma cantidad de trabajo. Lógicamente, no se pueden comparar los sueldos.

Comments


You Might Also Like:
Los cuernos de las torres
13
Almacen Barrio Italia 2
Bierstube
image (2)
Sharm 2
Sobre mi

Soy periodista que adora surfear por las ferias, festivales, conciertos, bares y barrios de Santiago. Les voy a contar las cosas que pasan en esta ciudad capitalina, para que puedan disfrutar al máximo su vida cultural y urbana!

Contacto: stgoentretenido@gmail.com

© 2016 by Santiago Entretenido

bottom of page