Santiago: ruta por las picadas del mundo. Parte 2
- Mari
- 22 abr 2019
- 5 Min. de lectura

Te invitamos a la segunda parte del recorrido por los lugares de comida -esta vez, árabe, japonesa, colombiana, india y peruana- que no puedes perder en la capital.
Santiago, como ninguna ciudad latinoamericana, puede estar orgulloso de la variedad de oferta gastronómica que tienen sus calles, mercados y rincones. Aquí se puede encontrar de todo, ¡y hay que aprovecharlo!
Colombia: La fonda paisa

Nada puede hacer sospechar que detrás de una enana puerta y encima del pequeño y muy modesto primer piso de este local ubicado en Serrano, en pleno centro de la capital, hay un restaurante gigante y muy bien ambientado de comida colombiana.
Los platos tradicionalmente muy contundentes (con harta grasa y fritura) de este país sudamericano se complementan aquí con los tamaños de las porciones nada menos que monstruosos. Patacones, arepas (no se te ocurre preguntar si son las mismas que las venezolanas), sopas, papa rellena y hasta parrilladas. La carta de platos se complementa con gran variedad de opciones para compartir, como tostadas de plátano frito o empanaditas. Y una lista de los jugos naturales, con o sin leche.
Como era de esperar, tiene pocas opciones vegetarianas, aunque en la más tradicional bandeja paisa (arroz, frijoles, plátano frito y carne) puedes pedir reemplazar carne con huevo.
Aparte de servir comida, celebran fiestas tradicionales de Colombia y siempre estás bienvenido para ver el partido de este país junto a sus compatriotas.
Dirección: Serrano 209, Santiago Centro. https://www.facebook.com/lafondapaisalosguatonesdejuanchito/
Japón: 47 Ronin y DonKame Yoko

Atendido por su propio dueño -chileno, por cierto, exadministrador del japonés Goemon-, 47 Ronin tiene toda la onda japonesa y la comida fresca de la primera. Al entrar, puedes elegir la zona tradicional -de mesitas bajas con tatami donde tendrás que sacar zapatos y donde, probablemente, serás acompañado de un par de familias japonesas almorzando- y la “normal”, con mesas como en cualquier otro lado. Lo imperdible son los platos con pescado fresco, como un set de nigiris o chirashi sushi, bowl con arroz blanco coronado con generosos cortes de salmón, atún, camarones y pulpo ($8-$10 mil por plato). También podrás probar aquí las cervezas japonesas importadas: Sapporo, Kirin y Asahi.

Otro “must” es DonKame Yoko, un pequeño local familiar (este sí que de los japoneses) en Bellavista donde se respira Japón. Con una carta acotada y el calor de la cocina que se siente en la sala, es un lugar perfecto para el frío día otoñal. Tiene entradas (como tofu frito, gyozas o pollo frito al estilo japonés) y platos de fondo tradicionales, y la garzona con gusto te orienta sobre qué se trata cada uno. “Ojo que algunos platos japoneses son neutrales para el gusto chileno”, advierte. El infaltable ramen, carne o pollo salteados, pescados apanados del día con verduras y arroz, todo eso con precios moderados de menos de $6 mil.
Dirección: 47 Ronin: José Manuel Infante 28, Providencia. https://www.facebook.com/restaurant47ronin/
DonKame Yoko: Bellavista 276, Providencia. https://www.facebook.com/bentobotanchile/
Árabe: Amanda´s

Una mezcla rara la puedes encontrar en la esquina de San Martín con Compañía de Jesús: Amanda´s, comida venezolana-árabe, el local que debe sus orígenes a la historia de amor entre una venezolana y un palestino-chileno.
Pero no te asustes, que no mezcla los ingredientes para ofrecer un gatoperro, sino que vende lo tradicional de ambos rincones del mundo. Por un lado, unos 10 variedades de arepas (cerca de $5 mil), tequeños, y -desde hace poco- el infaltable perro caliente. Y por el otro, shawarmas (de pollo, pernil o falafel, a $3-4 mil), hummus (pasta de garbanzos con tahini) y dulces árabes. La mejor shawarma de Santiago, con el secreto tan simple y tan notable: tal como lo hacen en el Medio Oriente, ponen el wrap armado a la plancha, por lo que se sirve bien calentito y crujente. Y nada de mayonesa… solo salsa de yogur. Para los chilenos de corazón, hay combos con papas fritas y bebida o un pequeño schop.
Ahora, ya cuentan con segundo local en plena Providencia, a pasos del metro Manuel Montt. Ojo que los precios varían considerablemente (más del 30%), pero lo bueno de “Amanda´s 2” es que ofrecen varias tablas para compartir, con las que puedes probar de todo un poco.
Dirección: Compañía de Jesús 1509, Santiago Centro. https://www.facebook.com/ArepasAmandas/
Perú: El Cacique

Este local, en la comuna de Estación Central, aunque no está en un barrio muy agradable ni transcurrido, vale la pena visitar.
Una buena señal es que a las 13:00 hr del domingo -día de almuerzo tardío- ya no hay mesa que sobre, al menos en el primer piso. Y es que no solo ofrece platos tradicionales del Perú, sino que también la música criolla de este país, que se toca todos los fines de semana (las canciones peruanas, interpretaciones de los clásicos de Chile y lo que el público pide).
Aunque los precios van desde $ 7 mil, las porciones son más que abundantes (¡junta hambre desde el día anterior!) y la variedad supera cualquier expectativa. Chaufas, ceviches, tallarines con mezclas de la casa, chicharrones, carnes y pescados, acompañados de un generoso pisco sour y la peruana Cusqueña. Si vas en grupo – la recomendación son las fuentes con varias opciones para compartir, como chicharron de pescado con ceviche o arroz chaufa con pollo a la brasa.
Una opción simple pero entretenida para un almuerzo dominical.
Dirección: Padre Jaime Larraín Hurtado 362, Estación Central.
India: Kohinoor

A pasos de la Plaza de Armas está situado este local indio, que de afuera parece más una tienda de joyas chinas o de luz, por la imagen de un diamante gigante en su entrada. Como suele ser en los locales asiáticos, los dueños apenas hablan español, pero eso solo comprueba la autenticidad de la comida.
La recomendación es venir aquí en la semana, ya que es cuando los precios bajan y el plato del día -que puede ser vegetariano, de pollo, pescado, camarón o cordero- baja a $5-$6 mil. Eso, como corresponde, incluyendo el arroz basmati y el tradicional pan indio, naan. Al estar atent@ a su página web, también puedes correr esta suerte el fin de semana (sin promoción, los precios por “combo” rondan $8-10 mil).
La cocina india es a la vez muy parecida y muy distinta. Siempre es una especie de guiso -curry-, con hartas especies y sabores muy difíciles de distinguir para el paladar chileno, acostumbrado a ver lo que está comiendo. Lo que se ve aquí es una sopa espesa de distintos colores. Pero lo que se esconde detrás es, por dar un ejemplo: albóndigas de verduras frescas con papa rallada y quesillo en una suave salsa de coco, trozos de queso asado en tandoor y salsa de cebolla y tomate; cordero en salsa de cebolla con finas especias indias y masala; o trozos de queso asado en Tandoor y salsa de cebolla y tomate (todo con sus respectivos nombres indios). Un sinfín de experiencias.
Lo bueno de comida india es que las opciones vegetarianas nunca faltan (y muchas veces hasta prevalecen), y el naan es una experiencia gastronómica de por si: tradicional o con ajo, y en versiones más sofisticadas como con papa y cilantro o queso rayado. Y para terminar – el tradicional postre indio, halwa gajar, zanahoria rayada cocida con miel, almendras y cardamomo… Una delicia.
Dirección: Merced 830, Santiago Centro. https://www.facebook.com/Kohinoorindian/
Fotos: Mari, La Fonda Paisa, Kohinoor
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